¿Qué le pasa a Zacatecas? | El Economista.

Ciudad de México.- Algo pasa en Zacatecas que no deja de llamar la atención en materia de seguridad. Desde mediados del año pasado, una serie de eventos violentos y los altos niveles de homicidios en algunos municipios de la entidad, llamaron a la puerta de las autoridades federales, tanto que se decidió lanzar el “Plan de Apoyo Zacatecas II” para contener la criminalidad en el estado.

A dos meses habrá que decir que poco se ha logrado con el apoyo, ya que a pesar de que se fortaleció la presencia con fuerzas federales y Guardia Nacional en las regiones del centro-1940 elementos-, norte-804 elementos- y sur -1,204 elementos-, dando un total activo de aproximadamente 3,848 miembros de las fuerzas armadas, la violencia no cesa. Incluso en el último informe sobre percepción de inseguridad del Inegi dado a conocer esta semana, la ciudad de Fresnillo, Zacatecas ocupa el primer lugar, seguida de Zacatecas en tercer lugar. Por otra parte, de acuerdo a los análisis de la organización Causa en Común, es Zacatecas, el tercer estado del país en donde más han muerto policías en manos del crimen organizado -36 policías asesinados en 2021-, cifra que de conformidad al reporte es cuatro veces mayor a lo reportado en 2020, lo cual no es cosa menor.

Así, la realidad de la violencia en Zacatecas es un asunto que inquieta, y más, si se quiere analizar desde una visión más integral. Los estados sufren violencia a partir de sus debilidades estructurales que permiten que los objetivos de algunos grupos del crimen organizado por controlar zonas estratégicas de operación para ampliar sus intereses criminales sean posible. La relación para analizar los niveles de violencia en los estados generalmente parte de la observación de los objetivos de organizaciones delictivas que no es ningún secreto.

Lo que hemos podido aprender en los últimos casi 15 años de violencia criminal en el país, es que los grupos delictivos establecen sus agendas operativas en base a sus negocios prioritarios de interés, de ahí que su capacidad para ocupar espacios estratégicos y lograr innovar su maquinaria de control social, territorial, político y económico, vaya de la mano de una capacidad de fuego para evitar que otros grupos criminales ingresen a sus zonas de operación y una incapacidad de fuerza de estado para impedirlo. Así, nada es tan improvisado como parece en las lógicas delictivas: Objetivos de negocio prioritario, selección y control de espacios estratégicos y cooptación de base vitales- sociales, políticos y de seguridad- y una debilidad estructural gubernamental.

Zacatecas es un estado estratégico y el recrudecimiento de la violencia de sus últimos casi cinco años tampoco es una casualidad. Su colindancia con ocho estados- Coahuila, Durango, San Luis Potosí, Nuevo León, Guanajuato, Jalisco, Nayarit y Aguascalientes- lo vuelven una zona de conexiones vitales para intereses delictivos, principalmente para el control del tráfico de rutas de drogas hacia los Estados Unidos. En el mismo sentido, 4 vías de tránsito son centrales para entender las disputas criminales y sus intereses por controles territoriales:  la carretera Panamericana 45, que va del centro del país hacia Estados Unidos, la carretera 54 que va de Colima a Tamaulipas, la carretera 23 que corre de Jerez a Fresnillo y la carretera federal 44 que parte de Fresnillo y termina en Ruiz Nayarit, pasando por Jalisco, Durango y Nayarit. El negocio delictivo es dinámico y su fortaleza está en la capacidad de controlar los espacios de operación.

Por otra parte, a partir de año 2018 la producción, tráfico y venta de fentanilo, desató confrontaciones entre grupos del crimen organizado por el control del trasiego, lo cual recrudeció la situación de inseguridad en algunos municipios y comunidades de estado, como es y ha sido el caso del municipio de Fresnillo. Si lo pensamos bien, parece ser que muchos caminos de interés delictivo van y regresan a esta localidad que, si bien no es la única que padece la violencia, es una zona de alta densidad criminal que la vuelve un calvario para su gente.

En Fresnillo todo pasa, ya que su posición estratégica es de vital interés para los grupos criminales, que como táctica de control desestabilizan a la población con mecanismos de terror desde secuestros, robos, desapariciones, homicidios y por supuesto las confrontaciones casi diarias de grupos del crimen organizado.

En este sentido: ¿El Plan de Apoyo para Zacatecas II tiene líneas de operación claras para confrontar esta realidad? Tarde o temprano habrá que pensar que más allá de rondines de la GN o retenes militares en regiones seleccionadas por la alta presencia criminal, se requieren acciones concretas que contenga planes de acción claros, que impliquen detenciones y recuperación de espacios delictivos, para así comenzar a reorganizar una geografía criminal a partir del establecimiento de límites claros, que al día de hoy no se ven en el horizonte de la estrategia de seguridad.

https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Que-le-pasa-a-Zacatecas-20220120-0065.html

About author View all posts

Zacatecas Al Minuto